¿Y a la luz?
Cada parte de mi cuerpo ardía, mis ojos estaban cegados, era tal el dolor que no podía usar ninguno de mis sentidos. Era como si mis palabras se perdieran en mi garganta y los sonidos fueran absorbidos por tal brillantes. Sabia que había algo raro en ese puesto de la feria, las personas siquiera hacían contacto visual con aquellas laminas negras que forraban las maderas de mala calidad con las que fue montado el puesto. Tonto de mi al creerme mejor que los demás. Tonto de mi, al creer que tener miedo era tan simple como superarlo y ahora me arrepiento. Me arrepiento de haberle dicho mi miedo a ese señor. Como iba a saber que seria algo tan serio? Ni siquiera lo consideraba algo como una fobia. Era solo un pequeño miedo nacido de mi ignorancia y el terror a mi propia mente. Mente que capaz de ponerse en contra de si misma. Capaz de desvanecer cualquier felicidad. No parecía una pregunta tonta. Y por la apariencia del puesto... Al oír la pregunta pensé que ese sitio fue echo para mi. "¿Le temes a la oscuridad?". Solo me sentía incomodo en ella. ¿Quien se sentiría cómodo en algo capaz de negar la mayoría de los sentidos? No le tenia miedo, pero si alguien me preguntaba: ¿Que seria lo peor que se podría vivir? Mi obvia respuesta seria la oscuridad. Este puesto me demostró lo contrario. Aún en mi lecho de muerte luego de tantos años recuerdo esa segunda pregunta. Esa pregunta que me enseño tanto pero me horrorizo en su momento, fue un segundo en el que viví horas. En el instante en que los labios de esa persona terminaron de pronunciar la pregunta una llama ocupo todo mi campo visual. Una llama blanca que me segó e impidió cualquier movimiento o pensamiento capaz de calmar la desesperación que sentía en ese momento. Fueron horas en las que estuve expuesto a lo que ahora puedo considerar lo peor que se podría vivir, algo peor que la oscuridad. Esa llama no era fuego, era algo mas. Carecía de sonidos pero era capaz de ensordecer por su intensidad. En ese solo segundo pude ver con claridad, que la claridad no siempre es buena. Esa segunda pregunta... Contenía tantas respuestas siendo una simple interrogante. Me enseño tantas cosas... Pero puedo asegurar que preferí vivir una mala vida, que vivir una buena vida a costa de experimentar ese horror. Viví una vida feliz y sin arrepentimientos. Solo uno, y fue el haberme acercado a ese puesto. No negare que gracias a esa experiencia fue que supe como vivir mi vida, pero si me dejan elegir, si me dejaran volver en el tiempo y poder seguir caminando, ignorando esas laminas oscuras de ese puesto tan simple a ojos de una persona normal, entonces seguiría caminando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario